A lo largo de la historia nos damos cuenta que la innovación y las vanguardias siempre generan, a primera instancia rechazo, por ser desconocido y por las costumbres que llevamos arraigadas por mucho tiempo.
En la siguiente columna se expondrá el porqué deberíamos ir hacia el camino de la transformación digital, para lograr el perfeccionamiento y plenitud de nuestras potencialidades como seres humanos y decidirnos por usar tecnologías que pueden librarnos del tedio de trabajos poco humanos, que son en extremo mecanizados.
Algo de la historia del rechazo
La transformación del mundo , la ciencias, la tecnología, el humanismo y casi todas las disciplinas humanas han visto, a lo largo del tiempo, argumentos de oposición. La escritura fue cuestionada, plasmar algo en caracteres, suponía desmedro del uso de la memoria, la cual podría estupidizar a la humanidad dado que no haríamos uso de nuestras facultades intelectuales, delegando en la escritura nuestros recuerdos, nuestra historia, nuestros avances humanistas. Esto lo expresó Platón haciendo referencia a las ideas de Thamus, amo de Egipto.
La iglesia
Muchos años después, en el siglo XV, la iglesia hizo resistencia a la invención de la imprenta de Gutemberg, dado que el conocimiento estaba custodiado por los monjes. La democratización del saber escrito podía sembrar ideas contrarias al clero o a los reyes. Oscureciendo a los intelectuales de la época, y propagando el oscurantismo.
Revolución industrial, la electricidad, el cine, la radio, la televisión, el internet, automatización
Nos percatamos que cada avance tecnológico a lo largo de la historia ha generado una opción. Los cambios en los paradigmas y el inevitable desarrollo del humanismo de la mano de la tecnología ha creado que continuemos por la senda del progreso.
Cada uno de los avances del mundo han sido foco de cuestionamientos, pero sin duda esto sigue en fuerte progreso, ya no es posible generar retrocesos. La automatización al igual que las otras tecnologías también reciben un análisis inquisidor. Pero al igual que en los casos comentados, se termina por aceptar.
Automatización y empleos
Si bien hay quienes están alertando a la opinión pública acerca de la pérdida de los puestos de trabajo debido a la automatización. Si se piensa en líneas generales y superficiales, es tal, pero cómo debemos enfrentar esta situación, es valorando la actividad humana como una especialidad única e irrepetible, donde cada quien tiene sus propias habilidades, y estas muy alejadas del trabajo mecanizado y monótono. Podemos destacarnos los humanos como lo que somos, no degradarnos a cumplir funciones de repetición, con gigantescos volúmenes de carga laboral y altos índices de estrés.
Entonces podemos usar nuestro razonamiento para aprovechar las habilidades humanas en pos de un mejor desarrollo, en este caso, en la empresa. Definir que ciertas tareas sean realizadas por las máquinas, a fin de darnos más tiempo, libertad y valoración en nuestra propia actividad. Dando un mejor estilo de vida y velando por la salud de nosotros y nuestros trabajadores.
A quien no le gustaría que la tecnología nos asista en las tareas que no son tan gratas, y que ese trabajo dado a los robots sea realizado con un ojo inequívoco y logrando liberarnos para realizar nuestras actividades humanas. Podemos escudarnos en una fuerza laboral digital para dar sustento, para dar seguridad antes funciones delicadas, que requieren de una exactitud robótica.
Nos encontramos en una etapa del desarrollo tecnológico donde se vive un cambio estructural de la sociedad y nuestro trabajo es valorado según nuestra salud y vida social que llevemos.
De todos modos hay un desafío de parte de las empresas, corporaciones y gobiernos para replantear el valor humano, donde la capacitación juega un rol fundamental, así podamos escalar a los siguientes niveles de desarrollo humano, con una mayor conciencia y evolución de la sociedad.
No debemos ponernos al nivel de máquinas, si hemos desarrollado estas tecnologías no es para competir por los puestos de trabajo, el trabajo debe reformularse. En la actualidad los robots no han podido desarrollar creatividad, empatía o comprensión como lo hacemos nosotros, el robot es concreto, no va a saber improvisar, resolver y razonar, ahí es cuando el humano no pierde terreno laboral.
Trabajos que dejaremos de hacer los humanos
Las altas exigencias que tienen hoy en día las empresas, las instituciones, los gobiernos, donde se manejan grandes volúmenes de información, donde la rapidez se ha transformando en una premisa, además de la alta demanda de informaciones, han dado pie a que la automatización se posicione en lugar muy importante.
Hoy se puede contar con fuerza laboral digital por ejemplo para la atención al cliente, donde los robots de software están disponibles las 24 horas del día, los 365 días del año, en fines de semana y festivos; esto nos ha liberado en gran parte de estar pendientes de las solicitudes y reclamos, librando al humano de trabajar en horarios incómodos.
Toda aquella información que pueda estar disponible en los servidores puede ser revisada por los robots para ser extraída y recopilada para la generación de informes, gráficas, cálculos estadísticos entre muchas otras cosas.
En conclusión
Con la automatización, los humanos tendremos la colaboración de robots a nuestra disposición para aumentar la productividad, ya que no descansan; los robots podrán hacer múltiples tareas que nosotros les programemos; no se equivocarán en las funciones que les determinemos hacer y serán precisos en su trabajo.
Nosotros podremos estar más liberados, ganaremos tiempo para tomar descansos, vacaciones y tener vida social. Haremos nuestras actividades creativas, intuitivas, y emocionales. Estaremos disponibles para tener un mayor desarrollo personal y capacitarnos para enfrentar los nuevos desafíos del futuro laboral.